Cuando un artista está empezando lo único que hay que hacer es dejarle continuar, dejarle dibujar su trayectoria, ir desvelándose a si mismo.
Para entender a una persona hay que situarla dentro de su vida. Sólo la conoces de verdad cuando le ves al menos cuatro cambios de humor.
Me he autoproducido una película llamada “Esperando Septiembre” y no recuerdo bien de dónde saqué el título. Atiende a los muchos veranos que he pasado en Madrid, todos los agostos que he vivido en mi apartamento, esperando; a que bajara el calor, a ganar más dinero, a ganar algo de dinero, a que saliera una fiesta estupenda, a que volviesen mis amigos en Septiembre, esperando que me fuera mejor, a que todo se colocara en su sitio un buen día.
Pasaba Agosto, anhelando Septiembre.
Septiembre se convirtió así en el elemento de una fábula dónde todo iba a ir sobre ruedas. El mes dónde todo comienza, cuando todos regresan y empieza una nueva vida llena de expectativas. Como joven cineasta tienes que hacer muchas llamadas a oficinas de las cuales esperas una respuesta. Septiembre es el mejor mes para llamar. Es el mes de las respuestas. En realidad, es totalmente falso. Pero en Agosto lo piensas así. Porque en Agosto nada sucede …o casi nada.
Así que Septiembre es una metáfora de ese futuro en el que todo marchará sobre ruedas y tu serás más listo, vestirás mejor y la gente estará en su mesa dispuesta a recibirte.
Yo me quedé en el paro allá por Abril de 2009. Tenía dinero y pocas perspectivas de encontrar trabajo en breve plazo. (Por cierto, soy guionista de televisión, o lo era, al menos, hasta hace un año). Bueno, el caso es que en Abril de 2009 podía haber hecho muchas cosas pero me entraron ganas de hacer una película. Tengo dos cortometrajes en mi mochila y quería tanto taaaaanto hacer un largometraje que empecé a imaginar mi recorrido:
Presentar mi guión a un productor, a otro, a varios, esperar ese buen día que uno responde “que le gusta, pero”, escribir los cambios que te propone el productor, esperar a que el productor se lea los cambios, que no haya peros, que decida levantar la financiación, que la presente a subvención al ministerio, que la respuesta del ICAA sea positiva, esperar a que una cadena de televisión diga si, a una distribuidora diga vale, reescribir lo que proponen todas esas benditas personas que dicen que van a poner pasta en mi proyecto, esperar a que el ICO adelante la pasta al productor, por fin, rodar la película, postproducirla, esperar el mejor momento para estrenarla y después… más o menos a las dos semanas, verla fuera de los cines y dentro del cinetube.
El recorrido de un novel hasta que encuentra a ese productor, digno o digna del reino de los cielos, que decide producirle su película es un laaargo Agosto, que puede durar de dos a cuatro, cinco años, dios sepa. Yo lo calculé para mi en unos cuatro años de vida.
No quería esperar. Yo tenía mis cortos y me dije “Vamos a ver, ¿qué es una película?” "Es una historia de 90 minutos", me respondí, "¿y tanta farsa para una historia de 90 minutos?" Nada de eso. Yo mi peli la hago ya. Con mi dinero, sin que nadie me chiste. Sólo necesitaba una cámara y un micro y gente que quisiera apoyarme.
Encontré todo lo que necesitaba, la cámara, el micro y la gente. Y así nació Esperando Septiembre.
Ahora que la película está terminada mi vida ha cambiado bastante. Aparte de que en mi bolsillo se oye el eco, la gusana guionista con aspiraciones a directora que yo era se ha convertido en algo totalmente inesperado, ha mutado a algo sorprendente, ahora soy… una pequeña productora de cine independiente.
El pequeño gran universo del cine independiente ha abierto sus puertas ante mi y me invita a pasar. Pero antes de dar un solo paso, he decidido entrar en Google.
¿Qué coño es el cine independiente en este país?
Por lo que he estado mirando parece ser que una buena definición sería esta: Todo lo que haces con menos presupuesto del que deberías.
¿Pero qué engaño es este? Si yo hago una tarta de chocolate con la pastilla de chocolate y los huevos más baratos que encuentre y con harina prestada por mi vecino, ¿tengo una tarta de chocolate independiente?
Si un escritor escribe una novela histórica con un ordenador de segunda mano que le ha costado 100 euros, cuando la termina, ¿tiene escrita una novela histórica independiente?
¿Las historias son “independientes”?
Una buena historia es la que consigue una plena emoción, no quiero decir positiva, quiero decir plena. Odio, terror, pena, enamoramiento, empatía, comprender tu vida entera cuando ves una historia.
Cuando una historia se comunica contigo y lo hace bien, no la olvidas fácilmente. Lloré con "Titanic" (en paz descanse Gloria Stuart, ha muerto como su personaje, muy viejecita y satisfecha), y también lloré con "Buscando un beso a medianoche" (Alex Holdridge - 2007 -15.000 dólares de presupuesto); lo mismo me da La Fiesta, (Manuel Sanabria y Carlos Villaverde-2003- 6000€) que American Pie, (Paul Weitz-1999-10m dólares), ¿Paranormal Activity o Poltergeist?
No son las historias lo que hacen el cine "independiente".
¿Es el formato de producción? ¿La cantidad de técnicos que trabajan en el rodaje? ¿ El dinero que se paga por una localización? ¿Es todo eso lo que diferencia un cine de otro cine, como el príncipe mendigo, que deja de ser príncipe cuando se viste con harapos?
En el saco de las producciones independientes te encuentras obras producidas con 1000 euros ("Un altro pianeta"), 15.000 dólares ("Buscando un beso a media noche"), 250.000 euros ("Shevernatze") o con cerca de un millón de euros ("La mitad de Oscar") ...¡¿y la denominación cine independiente une todo este amplio abanico de cifras?!
La producción no marca la diferencia. ...¡¡¿¿En estos tiempos que corren??!! Hay películas millonarias rodadas con pésimo gusto y pequeñas obras de arte de infinito preciosismo hechas con la Canon 7D que te la puedes comprar por 2000 euros. No. Me niego. Definitivamente, con la tecnología digital, la producción no marca la diferencia.
¿Es la distribución la que señala con su dedo acusador el trabajo de un cineasta y le grita con voz ronca y atronadora: “¡¡Independiente!!” y el cineasta mira hacia arriba y sabe que en verdad está “desterrado”?
El año pasado se produjeron en España 365 largometrajes según el ICAA, entre ficción y documentales, (voy a obviar la pregunta ¿dónde están esas películas? ) ¿cuántas se pueden considerar "cine independiente"? ¿Todas las que no se distribuyeron? Joder, entonces estamos en el país mayor productor de cine independiente del mundo, ¿las que se distribuyeron pero en pocas salas, o en salas pequeñas?...
Si solamente reciben ese calificativo las películas que dentro de tener poco presupuesto resultan exitosas.... Y que de resultas, ¡son distribuidas!
Porque lo que he podido observar es que a las otras, a las que no funcionan, no se las pone de ejemplo de nada, nisiquiera de reducto.
No, en serio, ¿qué coño es el "cine independiente"?
Ahora, lo que si tengo claro es lo que es una "autoproducción".
En ese magma del "cine independiente" se puede poner una etiqueta, creo, plausible: "las autoproducciones". Me explico.
Si uno, además de tener poco dinero, se gestiona económicamente la película y atrae dinero público o privado al proyecto y autodenominandose por consiguiente productor, sustenta así derechos sobre la propiedad de la obra, uno se está autoproduciendo. Y la obra resultante es una "autoproducción". Esto si que es una etiqueta verdadera. Esta etiqueta que si que nos dice de qué va el producto. Se que lo que estoy viendo es una película que se la ha pagado un tío o una tía con su propio dinero y por tanto se valorarla en su justa medida.
¡¡¡Ese marañoso concepto del "cine independiente" es una sopa boba!!! ¡¡¡En realidad no existe!!!! ¡"Autoproducción" la única definición auténtica!
Y ahora, con todo la tecnología digital que se nos viene encima, la verdadera bondad de las autoproducciones es que suponen al ser humano la posibilidad de crear cine sin esperar a nadie, contando las cosas tal como él las quiere o puede contar. Es un contacto directo con la historia. El director de cine se acerca al escritor, se acerca al pintor, es un ser humano en intimísimo contacto con su obra.
No puede ser más agradable.
La idea de que un hombre que vive en Nis, cerca de Belgrado, o una mujer que vive en Kioto, Japón, cojan una cámara y diseñen una historia que les resulta cercana en un sitio que conocen y la graben y le pongan todo su mimo y la terminen y deseen que el mundo conozca su historia me seduce muchísimo. Yo quiero ver esas historias hechas por un individuo con lo que ha podido, con lo que tenía al alcance de su mano. Quiero verlas.
Esa es la bondad y el futuro que nos prometen las autoproducciones.
Esperando Septiembre.
Es una historia contada por una chica que vive en Madrid, que la ha grabado en su barrio, que cuenta una historia que le afecta, que describe un momento social y económico de su país, que habla de ella y de la gente corriente como ella, que a ella personalmente le gusta porque la ha hecho con sus propias manos, en un momento de su vida en el que eso, era lo que tenía que hacer."